En el primer comunicado dentro del «Proceso de Copenhague» se acuerda que los estados miembros racionalicen y modernicen los procesos de educación y formación a nivel europeo dando prioridad al desarrollo y la aplicación de un Sistema Europeo de Créditos para la Educación y la Formación Profesional (ECVET).
Además, y por primera vez, se establecen prioridades específicas para el trabajo a nivel nacional sobre la EFP:
- Aplicar de instrumentos y referencias comunes en la reforma y el desarrollo de sistemas y prácticas de EFP;
- Aumentar la inversión pública y privada en EFP;
- Recurrir al apoyo de los fondos europeos (como el Fondo Social y el Fondo de Desarrollo Regional) para desarrollar la EFP;
- Desarrollar sistemas de EFP que respondan a las necesidades de las personas y grupos desfavorecidos;
- Establecer planteamientos de aprendizaje abierto así como marcos de EFP flexibles y abiertos que permitan la movilidad entre distintos niveles y contextos educativos;
- Mejorar la pertinencia y calidad de la EFP en colaboración con todas las partes implicadas;
- Desarrollar entornos favorables al aprendizaje tanto en los centros de formación como en el lugar de trabajo;
- Promover el desarrollo continuo de las competencias de los profesores y formadores de EFP.Salto de línea